Que el Peñón de Gibraltar pertenece a Gran Bretaña es algo sabido por todos, pero lo que quizá no conozcamos son los detalles que rodearon la toma de la roca por las tropas británicas a principios del siglo XVIII.
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Vista del Peñón de Gibraltar |
El origen de este hecho está en la Guerra de Sucesión al trono de España tras la muerte del rey Carlos II "El Hechizado", último de la dinastía de los Habsburgo (Austrias), el día 1 de noviembre de 1700.
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Carlos II el Hechizado |
En un principio las monarquías europeas, con la excepción de Austria, aceptaron la designación de Felipe de Anjou, pero el temor de que éste pudiera, mas adelante, heredar el trono francés y unir ambos territorios en una sola corona, empujó a las potencias marítimas europeas, Inglaterra y Holanda a formar en 1701, junto con Austria, la Alianza de la Haya, a la que poco después se unirían Portugal y Saboya, en apoyo de las pretensiones del archiduque Carlos de Austria y declarar, en 1702, la guerra a los Borbones franceses.
La plaza de Gibraltar, como otras muchas, se había mantenido fiel al pretendiente francés, designado por el rey Carlos.
El 1 de agosto de 1704, una flota formada por 45 navíos británicos y 10 holandeses, al mando de Sir George Rooke, pone sitio a la plaza de Gibraltar,desembarcando una fuerza de 10.000 hombres ingleses y holandeses, al mando del príncipe holandés, Jorge de Hesse-Darmstadt.
La fortaleza gibraltareña, que estaba al mando de D. Diego de Salinas, contaba solamente con 80 soldados y algunos voluntarios civiles, hasta un número de unos 400 defensores en total y unos 120 cañones.
La fuerza invasora instó a los defensores a rendirse y a aceptar al archiduque Carlos como légitimo heredero del trono de España, a los que éstos se negaron.
Así en la madrugada del 3 al 4 de agosto se produjo un bombardeo a los principales edificios de la plaza de más de 30.000 disparos realizados por 1.500 cañones, que llevó a la rendición de la guarnición al príncipe de Hesse, quien tomó la plaza en nombre de Carlos III de España.
Hasta aquí el relato trata un episodio bélico más, sin embargo esta toma cambiaría el rumbo de la población gibraltareña debido a una decisión repentina del Almirante Rooke, que arrió la bandera del archiduque Carlos y enarboló la bandera británica tomando posesión de la ciudad en nombre de la reina Ana de Inglaterra.
Este acto contravenía absolumentamente lo recogido en el Convenio de Lisboa de 1703 que prohibía a las potencias extranjeras aliadas de la Casa de Austria en la Guerra de Sucesión posesionarse para sí de ningún puerto o territorio español, sino únicamente en nombre del Archiduque Carlos.
Los habitantes de Gibraltar abandonan la ciudad el 6 de agosto y se dirigen hacia la ermita de San Roque, donde fundaría la nueva ciudad de Gibraltar en San Roque.
En 1713, termina la Guerra de Sucesión a la Corona Española, tras la firma del Tratado de Utrecht, en el que España cedía a Inglaterra el control de Gibraltar y Menorca.
Mediante el Artículo X del Tratado de Utrecht, “el Rey de España cede a la Corona de la Gran Bretaña la plena y entera propiedad de la ciudad y castillo de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortalezas que le pertenecen, dando la dicha propiedad absolutamente para que la tenga y goce, con entero derecho y para siempre, sin excepción ni impedimento alguno”. Igualmente, el artículo dispone que “si en algún tiempo a la Corona de la Gran Bretaña le pareciere conveniente dar, vender o enajenar, de cualquier modo la propiedad de la Ciudad de Gibraltar, se ha convenido y concordado por este Tratado que se dará a la Corona de España la primera opción antes que a otros para redimirla”.
El tratado de Utrecht y posteriores tratados firmados en el siglo XVIII reiteran la posesión británica de Gibraltar, y siguen en vigor, lo cual legitima la posesión británica.
Sin embargo los británicos han vulnerado el tratado de Utrecht en varias ocasiones a lo largo de los siglos XIX y XX.
Durante la Guerra de la Independencia Española, contra los franceses, los británicos volaron los fuertes españoles que vigilaban el Peñón, apoderándose del territorio que ocupaban. Más tarde, en el mismo siglo hubo una gran epidemia en la Roca y se pidió permiso al gobierno español para colocar hospitales en su territorio, quedándose con el territorio que ocupaban tras el final de la epidemia. Durante la Guerra Civil Española, los ingleses construyeron un aeropuerto en terrenos ganados al mar, fuera de los concedidos por el Tratado de Utrecht, con el pretexto de servir de campo de aterrizaje de emergencia, que hoy en día se sigue usando y ampliando.
Todavía existe entre la población española quien sigue reivindicando la españolidad de Gibraltar. Sirva como prueba esta curiosa canción de José Luis y su guitarra editada en 1966.
En resumen, el Tratado de Utrecht cede Gibraltar a los británicos, pero la manera en la que estos se adueñaron del Peñón, contraviniendo el Acuerdo de Lisboa, y las contínuas violaciones del Tratado de Utrecht, hace que la polémica siga todavía abierta. Sirva como muestra del debate abierto el contenido de este vídeo que es el primero de una serie de seis que ilustran el tema.
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Asedio de Gibraltar |
El 1 de agosto de 1704, una flota formada por 45 navíos británicos y 10 holandeses, al mando de Sir George Rooke, pone sitio a la plaza de Gibraltar,desembarcando una fuerza de 10.000 hombres ingleses y holandeses, al mando del príncipe holandés, Jorge de Hesse-Darmstadt.
La fortaleza gibraltareña, que estaba al mando de D. Diego de Salinas, contaba solamente con 80 soldados y algunos voluntarios civiles, hasta un número de unos 400 defensores en total y unos 120 cañones.
La fuerza invasora instó a los defensores a rendirse y a aceptar al archiduque Carlos como légitimo heredero del trono de España, a los que éstos se negaron.
Así en la madrugada del 3 al 4 de agosto se produjo un bombardeo a los principales edificios de la plaza de más de 30.000 disparos realizados por 1.500 cañones, que llevó a la rendición de la guarnición al príncipe de Hesse, quien tomó la plaza en nombre de Carlos III de España.
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El Almirante Sir George Rooke |
Este acto contravenía absolumentamente lo recogido en el Convenio de Lisboa de 1703 que prohibía a las potencias extranjeras aliadas de la Casa de Austria en la Guerra de Sucesión posesionarse para sí de ningún puerto o territorio español, sino únicamente en nombre del Archiduque Carlos.
Los habitantes de Gibraltar abandonan la ciudad el 6 de agosto y se dirigen hacia la ermita de San Roque, donde fundaría la nueva ciudad de Gibraltar en San Roque.
En 1713, termina la Guerra de Sucesión a la Corona Española, tras la firma del Tratado de Utrecht, en el que España cedía a Inglaterra el control de Gibraltar y Menorca.
Mediante el Artículo X del Tratado de Utrecht, “el Rey de España cede a la Corona de la Gran Bretaña la plena y entera propiedad de la ciudad y castillo de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortalezas que le pertenecen, dando la dicha propiedad absolutamente para que la tenga y goce, con entero derecho y para siempre, sin excepción ni impedimento alguno”. Igualmente, el artículo dispone que “si en algún tiempo a la Corona de la Gran Bretaña le pareciere conveniente dar, vender o enajenar, de cualquier modo la propiedad de la Ciudad de Gibraltar, se ha convenido y concordado por este Tratado que se dará a la Corona de España la primera opción antes que a otros para redimirla”.
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Portada del Tratado de Utrech en español e inglés |
El tratado de Utrecht y posteriores tratados firmados en el siglo XVIII reiteran la posesión británica de Gibraltar, y siguen en vigor, lo cual legitima la posesión británica.
Sin embargo los británicos han vulnerado el tratado de Utrecht en varias ocasiones a lo largo de los siglos XIX y XX.
Durante la Guerra de la Independencia Española, contra los franceses, los británicos volaron los fuertes españoles que vigilaban el Peñón, apoderándose del territorio que ocupaban. Más tarde, en el mismo siglo hubo una gran epidemia en la Roca y se pidió permiso al gobierno español para colocar hospitales en su territorio, quedándose con el territorio que ocupaban tras el final de la epidemia. Durante la Guerra Civil Española, los ingleses construyeron un aeropuerto en terrenos ganados al mar, fuera de los concedidos por el Tratado de Utrecht, con el pretexto de servir de campo de aterrizaje de emergencia, que hoy en día se sigue usando y ampliando.
Todavía existe entre la población española quien sigue reivindicando la españolidad de Gibraltar. Sirva como prueba esta curiosa canción de José Luis y su guitarra editada en 1966.
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